Una de las claves para evitar el cambio climático consiste en el ahorro
energético. En eso todo el mundo está de acuerdo, siendo ésta una medida que exige un cambio de mentalidad por parte del ciudadano común y por ello es clave el papel de la educación de nuestra juventud. Pero… ¡OJO! no sólo es cosa de nosotros, ¡pobres mortales! sino que también los grupos empresariales y los gobiernos, quienes tienen la sartén por el mango, tienen mucho que decir. La responsabilidad es compartida.
Recordemos primero que cada Kilovatio-hora (kWh) de energía cosumido representa, aproximadamente, la emisión de unos 250 gramos de dióxido de carbono a la atmósfera si empleamos combustibles fósiles (petróleo, carbón o gas natural) como fuente de energía. Para que sepas de lo que hablo, un Kilovatio hora es el consumo de una estufa normalita durante una hora, o de una plancha sencilla durante unas dos horas. Esto puede parecer poco, pero el consumo de energía en España durante un año es de unos 250000 GWh ¿Te haces a la idea? Pues te lo escribo con todas las cifras 250000000000 KWh. ¡echa cuentas!
¡Más de 62500 millones de kilogramos de CO2 que envíamos a nuestra atmósfera cada año!
Eso significa que si tan sólo ahorrásemos un 5% de la energía, dejaríamos de envíar más de 3 millones de TONELADAS de este mortífero gas a nuestra delicada atmósfera (el peso de 30000 ballenas azules de las grandes). Recuerda que la acumulación de este gas es responsable del efecto invernadero, cuya consecuencia es la elevación de la temperatura media anual de la atmósfera y, como última consecuencia, el cambio climático (glaciares que se funden, avance del desierto, …). Ya casi nadie niega esta realidad y ¡por fin! se están tomando decisiones en la clase política. Una de ellas consiste en promover el uso de bombillas de bajo consumo, que seguramente ya conoces y tendrás en casa, por bombillas incandescentes.
Y es que desde este mes, las bombillas de 100 Vatios (W) dejarán de venderse. Este tipo de bombillas, aparte de consumir mucha energía, son muy luminosas. Se suelen emplear para exteriores o grandes habitaciones y se pueden sustituir por lámparas de bajo consumo de tan solo 25 W. Este es el primer paso hasta la eliminación de las tradicionales bombillas incandescentes, pues dentro de un año dejarán de circular las de 75 W y al siguiente las de 60 W. Estas últimas son las más comunes que encontramos en casa, así que os recomiendo que os adelantéis y hagáis el cambio por otras de bajo consumo de tan solo 11 W, ahorrarás dinero a la larga, son de larga duración y contribuirás al cuidado de tu planeta, que es el de todos. Para el 2012, ya queda poco, se habrán eliminado del mercado todas las bombillas tradicionales,que serán sustituidas por las de bajo consumo, que consumen entre cuatro y cinco veces menos. Es decir, que terminaremos pasando por el aro, en el buen sentido. Pero, ¿sabes cuanto dinero se ahorrará cada vivienda al año? ¡50 euros!. Tal y como están las cosas, eso es dinero, pero lo mejor de todo es que dejarán de emitirse 15 toneladas de CO2 a la atmósfera.
¿A qué esperas? ¡Cámbialas ya! ¡Ponte al día!
Filed under: Tecnología para todos | Tagged: ahorro energético, bombilla, bombilla de bajo consumo, bombilla incandescente, Energía, Tecnología |
Hola,
Está muy bien lo de reducir el ritmo del cambio climático, reducir las emisiones de CO2 (que también se pueden reducir cambiando a energías renovables), etc, pero de lo que no nos damos cuenta, tal y como ha dicho Carlos Soloman, son las desventajas que este tipo de bombillas tiene:
– Contienen vapor de mercurio: altamente tóxico (produce cáncer) y contaminante.
– Aumenta el consumo al encenderse, lo cual para sitios de paso no es la mejor opción de bombilla.
– En cuanto al balastro electrónico, no es que sea imprescindible pero si que lo llevan en las actuales ya que elimina el parpadeo perceptible por el ser humano. Realmente esto tampoco lo considero una desventaja.
Pero lo que ni Antonio ni Carlos han dicho es que:
– Encenderla y apagarla de forma frecuente reduce su vida útil, lo que provoca que ya no sea tan económica la compra respecto a una incandescente.
– En los casos de balastro mecánico producían un parpadeo que puede inducir a determinadas personas a dolores de cabeza, mareos, etc. (en esto los estudios no se ponen de acuerdo si lo producen o no).
– Emiten radiaciones UV e IR y lo que llaman «luz azul» (que todavía no tengo muy claro que es lo que es) lo cual puede producir en determinadas personas sensibles daños en piel y ojos, y otros problemas.
En fin, que desde luego los inconvenientes yo no se si son mayores a las ventajas.
Lo que si tengo claro, es que me estoy volviendo mico para encontrar una fuente de iluminación de la que se tenga claro que no produce ningún tipo de daño personal y no se vaya a prohibir. Las halógenas tampoco las recomiendan y en cuanto a las led, entre que son caras y alumbran poco…
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Hola:
antes que nada deseo felicitarlos por este magnífico blog. Se nota su compromiso con la tarea docente.
Si me permiten, me gustaría agregar algún comentario respecto de las bombillas incandescentes vs. las de bajo consumo:
a) Si bien es cierto que el consumo de las segundas es sensiblemente inferior al de las primeras, también es cierto que durante el encendido ocurre a la inversa y en forma notoria (pico de consumo), a tal punto que en los casos de encendidos y apagados continuos y por breves lapsos es desaconsejable la utilización de las últimas.
Asimismo su duración se reduce notablemente en este caso.
b) Las bombillas de bajo consumo tienen mercurio, elemento altamente tóxico y contaminante.
c) Para su funcionamiento requieren de un balasto electrónico, lo cual aumenta los desechos de este tipo (basura electrónica).
d) el rendimiento luminoso es inferior, en general, al declarado, lo cual es notorio al momento de sustituir un tipo de bombilla por otra.
En fin, tampoco hemos encontrado la panacea.
Saludos y, nuevamente, felicitaciones.
Carlos Solman
PD: si lo desean puedo adjuntarles un estudio efectuado por el INTI al respecto.
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