Este vídeo me lo envío mi alumno David de 2º de Bachillerato. Se trata de un motor eléctrico muy curioso pues la fuente de energía del mismo está en el propio rotor. ¿Cómo es esto posible? Recurre a placas fotovoltaicas adosadas al rotor que aprovecha la radiación para transformarla en corriente continua. Gracias a esto, este motor no dispone de colector de delgas ni escobillas. Pero es que, para colmo, resulta que el campo magnético surge de una serie de imanes que interaccionan con el campo inducido en el rotor de forma que parece que el mismo esté levitando. Es algo curioso que merece un vistazo. David estaba de acuerdo que un motor como este tiene unas pérdidas mecánicas mínimas…¡y tanto!, por no hablar de las pérdidas magnéticas, que también serán bajas, pues no hay apenas elementos férricos en el motor. Este motorcillo podría tener aplicaciones interesantes.
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Me encanta 😀
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